Las campanas de bioseguridad son equipos esenciales en los laboratorios y entornos de investigación donde se manejan sustancias peligrosas, como agentes infecciosos o sustancias químicas tóxicas. Estas campanas ofrecen una barrera de protección para el operador y el entorno, evitando la propagación de contaminantes y minimizando los riesgos asociados con la manipulación de estos materiales. En este artículo, analizaremos las características y diferencias entre las campanas de bioseguridad clase II y clase I, dos de los tipos más comunes utilizados en estos entornos.
Características de las Campanas de Bioseguridad Clase II
Las campanas de bioseguridad clase II son un tipo de equipo de protección diseñado para proporcionar una alta protección al operador, al ambiente y a la muestra que se está manipulando. Estas campanas cuentan con un flujo de aire laminar vertical, que se genera mediante un sistema de ventilación y filtración de aire. Además, poseen una ventana frontal de vidrio y puertos para el acceso de brazos y equipos, que permiten realizar las tareas en el interior de la campana sin comprometer la seguridad.
Otra característica importante de las campanas de bioseguridad clase II es su capacidad de filtración de aire. Estas campanas cuentan con filtros HEPA (High Efficiency Particulate Air, por sus siglas en inglés), que son capaces de retener el 99.97% de las partículas de tamaño igual o superior a 0.3 micrómetros. Esto asegura la protección tanto del operador como del entorno, evitando la liberación de agentes contaminantes al exterior.
Características de las Campanas de Bioseguridad Clase I
Las campanas de bioseguridad clase I, a diferencia de las clase II, ofrecen una protección más limitada al operador y al entorno. Estas campanas no cuentan con un flujo de aire laminar vertical, sino que generan un flujo de aire de extracción que se dirige hacia el exterior. La muestra que se está manipulando queda expuesta al ambiente, aunque se mantiene una cierta contención y se minimiza el riesgo de propagación de contaminantes.
Además, las campanas de bioseguridad clase I no disponen de filtros HEPA, por lo que no ofrecen la misma capacidad de retención de partículas que las campanas de clase II. En su lugar, estas campanas suelen contar con un sistema de filtración de aire que permite la eliminación de gases y vapores tóxicos, pero no garantiza la retención completa de partículas.
Diferencias entre las Campanas de Bioseguridad Clase II y Clase I
Las principales diferencias entre las campanas de bioseguridad clase II y clase I se encuentran en la protección que brindan al operador y al entorno, así como en la capacidad de filtración de aire. Mientras que las campanas de clase II ofrecen una mayor protección y cuentan con filtros HEPA para retener partículas contaminantes, las campanas de clase I tienen una protección más limitada y no disponen de filtros HEPA.
Otra diferencia importante es el flujo de aire. Las campanas de clase II generan un flujo de aire laminar vertical, mientras que las campanas de clase I generan un flujo de aire de extracción hacia el exterior. Esto implica que las campanas de clase II ofrecen una mayor contención y minimizan el riesgo de propagación de contaminantes dentro del laboratorio.
En resumen, las campanas de bioseguridad clase II y clase I son dos tipos de equipos de protección utilizados en entornos de laboratorio donde se manipulan sustancias peligrosas. Las campanas de clase II ofrecen una mayor protección, cuentan con filtros HEPA y generan un flujo de aire laminar vertical. Por otro lado, las campanas de clase I ofrecen una protección más limitada, no disponen de filtros HEPA y generan un flujo de aire de extracción hacia el exterior. Al elegir entre ambos tipos de campanas, es importante considerar el nivel de protección requerido y las características específicas de cada entorno de trabajo.
Te invitamos a ver nuestras campanas de bioseguridad AQUI
